Caminando

Día 83 de vacaciones de mí. 1.721.856 pasos dados.

Me despido del Perú, de momento, y pongo rumbo a Colombia. También me despido de Lima, creo que he caminado Lima más que muchos Limeños en todo un año.

Desde que mí yo de Barcelona se fue a vivir hace diez años a El Palomar, me acostumbre a mirar el cielo en vez de el suelo, Durante estos diez años, aun viviendo en un barrio como el Raval en el que históricamente entraba poca luz, me he acostumbrado a elevar la vista y disfrutar de los atardeceres, las nubes y los colores que ofrece el cielo. Pero esto cambió al llegar a Lima. Esta ciudad es gris, el cielo tiene frecuentemente un color plomizo y la perspectiva que tienes es muy escasa, el único espacio abierto en el que puedes disfrutar del cielo es el malecón.

Por eso al caminar Lima he vuelto a mirar abajo y allí he descubierto un mundo. Todo Lima esta lleno de adhesivos enganchados en el suelo como este.

En los adhesivos te ofrecen servicios como este a los que yo podría plantearme llamar

Pero también otros solo adecuados para situaciones desesperadas

Y otros que dudas como interpretar, porque no quieres interpretarlo como piensas

Hay de muchos tipos de anuncios, podéis ver todos los que fotografié en este enlace,  pero el 50% de los adhesivos decían…

Y viendo un anuncio tras otro, todos con números de teléfono diferentes, pensé que en cualquier parte del mundo el sexo es una obsesión, un objeto de mercadeo y por lo tanto de poder, y como llevo días oyendo que Trump lleva un año en el poder recordé estas declaraciones suyas. Muy revelador que un tipo que hace unas declaraciones como estas sea el presidente de la primera potencia mundial.

Pero como os decía al inicio, me voy de Perú y pongo rumbo a Colombia, pero antes de marchar quiero dejaros la canción que más he escuchado durante estos dos meses y pico en el Perú, canción que casualmente es de un Colombiano, aunque no es la única casualidad, ¿no?